El incendio que marcó a todo un barrio
- Basurto News
- 29 oct 2019
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Actualizado: 20 nov 2019

29 de octubre
Álvaro Carmona
El 18 de febrero de 1932 es una fecha marcada a fuego en el corazón del barrio de Basurto y de toda la Villa de Bilbao. Aquella fatídica noche de jueves se cobró la vida de siete personas, 3 de ellos niños. El incendio se produjo en una casa de vecindad situada en la calle General Eguía. De ahí que popularmente sea conocido el suceso por los vecinos como el su "La catástrofe de la calle General Eguía".
Los acontecimientos comenzaron sobre las ocho y cuarto de la noche en la planta baja de la casa de vecindad. Al parecer, el droguero Pedro Redondo se encontraba manipulando materiales tan tóxicos como gasolina o aguarrás para fabricar cera. Un accidente fortuito hizo que se inflamara la gasolina utilizada, dando inicio al desastre.
Después de salir heroicamente de ese infierno en llamas, el droguero acudió de inmediato al Bar Perico a pedir ayuda. La mezcla de las llamas con el material tóxico hizo que el incendio se propagase rápidamente por el resto del edificio. En cuestión de minutos, los pisos superiores quedaron incomunicados haciendo muy difícil la evacuación.
UN HÉROE SIN CAPA
Mientras en la planta baja se sucedían las explosiones, numerosas personas se concentraban en la propia calle. El terror se adueñaba por momentos de la situación. Gritos y llantos se oían desde los pisos superiores ante la impotencia de los viandantes. Sin embargo, un héroe anónimo surgió para dar esperanza. El guardia municipal José Hernandorena se encontraba fuera de servicio en el Bar Perico y no dudó en jugarse la vida adentrándose en el edifico en llamas para salvar a las personas atrapadas.
Camilleros, soldados y bomberos evacuaban a las víctimas hasta el Hospital de Basurto para que recibieran asistencia médica. Pese a ello, muchos médicos y sanitarios del hospital se desplazaron hasta el lugar de la tragedia para prestar auxilio al pie del edificio en llamas. Después del incendio, la casa de vecindad sufrió muchos daños a causa de las llamas y varios edificios adyacentes también se vieron afectados.
Pese al paso de los años, en la memoria del barrio sigue habiendo un hueco para este trágico suceso. El relato de los hechos ha ido pasando de generación en generación y hoy en día muchos vecinos tienen constancia de ello. "Mi madre me contó la historia del incendio cuando tenía 12 años. Desde entonces se ha quedado grabada en mi mente", añade un vecino que actualmente vive a escasos minutos del lugar. "Mi abuelo bajó de casa para ayudar a los heridos", señala María Ángeles Rodríguez, una vecina del barrio.
El suceso produjo una profunda consternación en Basurto y en el resto de Bilbao. El paso del tiempo no ha impedido que a día de hoy muchas personas recuerden este hecho. Pese a la magnitud de la tragedia, muchos bilbaínos todavía desconocen lo que ocurrió aquel 18 de febrero de 1932.
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